INTRODUCCIÓN

La iglesia moderna ha incurrido en prácticas erróneas y algunas anticristianas, y hoy deseo referirme a una de ellas, la de inducir a la iglesia a pactar con Dios, hoy deseo demostrar que pactar con Dios es un grave delito porque niega la efectividad del nuevo pacto eterno sellado con la sangre de Cristo.

Todo pacto válido en la biblia es verdadero cuando Dios es quien toma la iniciativa de pactar con el hombre, nunca un pacto es válido cuando el hombre trata de pactar según su propia iniciativa. ¿Por qué?

La misma palabra "pacto", diatheke, resume en sí misma la "deuda" y el "deber" que tenemos para con Dios. Estamos en "deuda" porque nuestra nueva relación con Dios es debida a la aproximación de Dios y no a nada que nosotros pudiéramos haber hecho. 

Tenemos un "deber" porque hemos de aceptar las condiciones de amor, fe y obediencia impuestas por Dios, y no podemos alterarlas. La misma palabra demuestra que nunca podremos encontrar a Dios en igualdad de condiciones, sino únicamente según la humildad y gratitud estipuladas. ¿Que tenemos nosotros que ofrecerle a Él cuando Él es dueño de todo?

CARACTERÍSTICAS  DEL NUEVO PACTO

1. Es un nuevo pacto y como señal su sangre

Los pactos anteriores tenían señales, una el arcoíris, otra la circuncisión, aun la sal era una señal, pero el nuevo pacto, su señal y su precio fue la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo

(Lucas 22:20) "De igual manera, después de haber cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por vosotros se derrama."

2. Este nuevo pacto en su sangre es eterno, o sea, está vigente hoy.

(Hebreos 13:20) "Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,"

3. Por esa sangre del nuevo pacto hemos obtenido eterna redención

(Hebreos 9:12) "y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención."

Redención es libertad, ser libre, es ser rescatado de la esclavitud de Satanás, no importa que tipo de esclavitud sea, el precio de nuestra libertad ya fue pagado con la sangre de Cristo.

DELITOS COMETIDOS AL PRETENDER PACTAR CON DIOS

• Los pactos de hoy pretenden competir con cosas corruptibles como oro y plata (dinero) contra la sangre preciosa de Cristo…

(1 Pedro 1:18-18) "Tened presente que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual heredasteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación."

• El que menosprecia la sangre de Cristo tiene terrible castigo delante de Dios y también ultraja al Espíritu de gracia

(Hebreos 10:29) "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?"

• Pretenden pactar directamente con Dios es una grave falta, sabiendo que solo hay un camino para llegar Padre y es a través de su hijo Jesucristo, hoy también sumo sacerdote.

(Juan 14:6) "Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

(1 Pedro 2:5) “también vosotros sed edificados como piedras vivas en casa espiritual para ser un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.”

Conclusión

Queda pues claro que pretender pactar con Dios es negar la efectividad de la obra que Jesús realizo en el madero para que fueras parte del nuevo pacto, y por tal intención solo puede ser una doctrina de las cuales ya la palabra nos advirtió con anticipación, una herejía destructora.

¡SÓLO A DIOS SEA LA GLORIA!

LUIS VARGAS FONTES -Siervo de Jesucristo-

1 ¿Sabía usted que en el nuevo pacto. . . . . . . . 

. . . . Ya no hay sacerdotes levitas?

. . . .Ya no hay quienes presenten ofrendas, sacrificios ni holocaustos conforme a  la ley?

. . . . Ya no hay cantores assafitas que conduzcan la alabanza del pueblo?

. . . . Ya no hay sacerdotes levitas que presidan las fiestas solemnes?

. . . . Ya no hay sacerdotes levitas que tomen los diezmos y las primicias?

2a Yo sé que esto es difícil de entender. Y aunque algunos lo entiendan, tendrán dificultades para aceptarlo y corregir, pues la fuerza de las tradiciones es muy poderosa. Pero así lo establecen en general los libros y cartas del nuevo pacto, y en particular la carta a los hebreos. Y aunque sí lo dice textual y claramente; la realidad es que no lo hemos podido o querido entender.

2b Las razones para no entenderlo pueden ser muchas, pero ahora solo voy a citar dos: 

El mandamiento de la ley por el cual se cobra el diezmo nos ha fascinado (gálatas 3:1), porque a través de él se pueden construir enormes edificios materiales y realizar muchas otras cosas. A tal grado llega esta dependencia del dios diezmo, que algunos ministros me han expresado su completo desacuerdo conmigo, porque ellos mismos reconocen que sin la obligación impositiva sobre las ovejas, los ingresos financieros de la iglesia caerían de tal manera que no podrían continuar operando.

2c La otra razón es aplicable a aquellos ministros que son ávidos de ganancias deshonestas (Tito 1:11), y por lo tanto, enseñan lo que no conviene y no les importa trastornar de esta manera  casas enteras.

3 Vamos viendo algunos detalles que pueden parecer de entrada poco importantes. Por ejemplo:

a)  ¿Cobraba Pablo los diezmos a las iglesias que plantó? ¿O Pedro? ¿O Juan? ¿O Felipe el evangelista? No hay evidencia.

b)  Vemos que Pablo circuncidó a Timoteo por una consideración a los judaizantes y por cuanto era mitad judío; pero sabemos claramente que esa señal está derogada.

c)  Pablo iba a la sinagoga los sábados. ¿Lo hacía por cumplir la ley? No.  Lo hacía porque circunstancialmente era el día que podía encontrar reunidos a los judíos.

d)  ¿Vemos a los apóstoles o a los diáconos de la iglesia primitiva presidiendo una celebración de las fiestas solemnes que ellos mismos practicaron tantas veces cuando estuvieron bajo la ley del antiguo pacto? No.

e)  ¿Cómo hicieron para desprenderse de esas costumbres? Pues vaya que sí le creyeron a Jesús lo que dijo acerca de hacer un “nuevo pacto” con ellos, eh.

f)    ¿Vemos en el nuevo testamento a algún apóstol, evangelista, profeta, maestro o pastor cobrando los diezmos o las primicias? No.

4 Con una sola ocasión que en los documentos bíblicos de la iglesia primitiva nacida del nuevo pacto se mencionara como costumbre el cobro del diezmo sería suficiente para considerarlo válido; pero no la hay.

5a Hay un momento que fue totalmente oportuno para que el apóstol Pablo pidiera el diezmo de los diezmos a las iglesias, si es que hubieran tenido la costumbre de cobrarlo: Es cuando había hambre en Jerusalén y que Pablo ordenó -por lo menos a Galacia y a Corinto- que juntaran una ofrenda para los santos (1ª. Corintios 16:1). Es muy importante resaltar aquí la palabra que usó para designar al dinero que llevarían a Jerusalén, que es “ofrenda” y no “diezmo”. También es importante recalcar que no se entregará esta ofrenda cada semana a la iglesia para que los líderes lo guarden, sino que cada uno de los creyentes lo pondrá aparte.

5b Otro momento que fue oportuno para que se ordenara el pago de los diezmos si es que la iglesia primitiva hubiera tenido tal práctica como obligatoria, es cuando estando reunidos los apóstoles en Jerusalén con motivo del asunto aquél de la circuncisión que los judaizantes querían imponer a los gentiles, lo que ellos ordenaron a las iglesias fueron otros puntos; pero nada se dijo sobre los diezmos (Hechos 15).

6a En la segunda carta a los corintios vuelve Pablo a hablar de este asunto (9:1 ss). El versículo 6 se refiere a sembrar escasamente o generosamente, por lo tanto no puede referirse al diezmo, pues este, al ser una cantidad predeterminada e impuesta como obligación, no puede ser escaso ni abundante.  Y dice en el versículo 7 que “cada uno dé como propuso en su corazón”, no dijo que “cada uno pague el diezmo que le corresponde”. O bien gálatas 6:6 podría decir: “el que es instruido en la palabra, pague el diezmo a quien lo instruye”.

6b En el pensamiento de Jesús, el salario del cual es digno el obrero que trabaja en el evangelio, no consiste en dinero, sino en comida y cama (Lucas 10:7). Es la misma idea a la que se hace referencia cuando dice “no pondrás bozal al buey que trilla”. Pero hoy, los ministros que son muy solicitados de otras partes, no solamente cobran ofrenda jugosa o diezmo, sino que además se hospedan y comen en los mejores hoteles y restaurantes, desobedeciendo así el mandato expreso de Jesús, con lo cual queda demostrado que no son sus discípulos, sino que únicamente usufructúan su nombre porque tiene poder de atracción sobre las almas.

7 Alguien preguntará “¿De qué van a vivir los ministros que se dedican de tiempo completo a la obra? Porque el obrero es digno de su salario, ¿qué no?”. No es lo mismo vivir del diezmo, que vivir del evangelio. El diezmo tiene tres características: que es obligatorio,  que es una cantidad estipulada en porcentaje (no en dinero, sino en productos), y que se debe pagar al sacerdote. Por lo contrario, en el evangelio la ofrenda es voluntaria, indeterminada en su monto, y la da directamente el instruido al que le enseña.

8 Hay dos citas que los ministros de las iglesias han preferido ignorar:

Una es de Pablo, y dice que “no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos” (1Corintios 12:14).  Está muy claro, no necesita explicaciones; pero los que son ávidos de ganarse la vida cómodamente no quieren esta cita.

Vemos ciertamente que Pablo sí aceptó ofrenda de algunas iglesias, seguramente aquellas en las que miraba un corazón muy generoso y dispuesto a dar; pero en otros casos la rechazó tajantemente.

La otra cita es de Jesús, y se utiliza mucho en las predicaciones; pero sacándole la vuelta a aplicársela para sí mismos.

"Dijo Jesús: Mas el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, cuando ve venir al lobo deja a las ovejas y huye. Así que el asalariado huye porque es asalariado, y no le importan las ovejas” (Juan 10:12-13).

Aquí Jesús está diciendo cómo quiere Él que sean los pastores: No asalariados, así como lo fue Él. Nadie le pagaba por ser el buen pastor. ¿Recibía ofrendas? Sí, había algunas mujeres acomodadas que contribuían para los gastos del grupo.

Jesús quiere que los pastores no sean asalariados, que sean dueños de las ovejas, para que las defiendan como propias. He sabido de pastores asalariados que no solamente huyen cuando ven venir al lobo, es decir a los demonios, sino que incluso ponen a la oveja en las garras de los demonios, y hacen esto creyendo estar en lo correcto.

9 Hay una cosa muy interesante respecto al dinero en la iglesia. Esto lo vemos en el libro de los hechos. Los primeros apóstoles no cobraban el diezmo, y sin embargo había para cubrir las necesidades de todos y hasta sobraba. ¿Por qué? Exactamente ya se acordó usted: Porque los nuevos convertidos que tenían propiedades, las vendían y ponían a los pies de los apóstoles no el 10% de la venta sino el monto total. ¿Lo hacían acaso por obligación? No, sino que lo hacían por generosidad.

10 ¿Cómo es posible que suceda eso? ¿Cómo podrían hacerle hoy los ministros para no cobrar el diezmo y sin embargo vivir administrando la abundancia? 

El secreto está en que los primeros apóstoles predicaban un evangelio de poder. Pero a muchos ministros de hoy Dios no los respalda con su poder (1ª. Corintios 4:20, hebreos 2:4). Exactamente, están prefiriendo tomar el 10% que es ilegal en el nuevo pacto, y están quedándose sin el 100% de las ventas por no hacer lo que debieran hacer para vivir un evangelio de poder.

11 En otras palabras, para los ministros de hoy es más imprescindible el diezmo que el poder de Dios. Las iglesias pueden vivir sin el poder de Dios; pero los ministros no pueden vivir sin el diezmo. Y en estas circunstancias, el diezmo se ha convertido en un ídolo. ¡Otro dios más! Qué becerro de oro tan grande nos hemos forjado.

12 ¿Y qué es lo que falta hacer para que los ministros reciban el poder de Dios? Esperar, hasta recibirlo (Hechos 1:8). Sin embargo, con muy buenas intenciones, y viendo que la mies es mucha y los obreros son pocos, los “ministros” no pueden esperar y se lanzan por su cuenta a hacer la  obra.

13 Estoy de acuerdo con usted en que con lo que he escrito hasta este momento, no acepte usted lo que afirmo sobre el diezmo, pues solo he expuesto conjeturas al respecto; pero enseguida paso a darle fundamentos bíblicos:

14 En primer lugar, recordemos que el diezmo es una ordenanza, un mandamiento que está estipulado en la ley del antiguo pacto, y sabemos que tal ley ya está derogada por el nuevo pacto, por lo tanto, si la ley está abrogada, lo están también sus contenidos (Hebreos 7:12).

15 ¿No le parece suficiente lo anterior? Muy bien, estoy de acuerdo, tampoco para mí sería suficiente. Pasemos a otro aspecto: La orden de cobrar el diezmo se le dio a los sacerdotes descendientes directos de Leví, pero en las iglesias cristianas no hay ninguna persona que reúna este requisito, entonces ¿quién puede cobrar el diezmo si no hay levitas?

16 Quizá usted me diga: “Eso también son conjeturas religiosas, no tienen suficiente validez, a menos que lo diga la Biblia en alguna parte del nuevo testamento”. Muy bien, pase usted a leer Hebreos 7:5 y verá que precisamente lo que se le está haciendo ver a los hebreos supuestamente “convertidos” al cristianismo, es que el diezmo se paga por sometimiento a la ley. Luego en el versículo 12 dice que “cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”. Es decir que el sacerdocio levítico y la misma ley que lo instituyó ya están cambiados, ya  no están en vigor.

17 Y todavía hay algo más contundente: Hebreos 13:10. Léalo usted y la conclusión es esta: Quienes practican algo del sacerdocio levítico, como es el caso por ejemplo de cobrar el diezmo porque es una ordenanza de la ley, no tienen derecho a tomar santa cena, por cuanto están violando el nuevo pacto.

18 En lo que se conoce como el primer concilio en Jerusalén (Hechos 15:1-29), algunos de la secta de los fariseos, que habían creído (pero que no habían sido transformados por medio de la renovación de su entendimiento) se levantaron para exigir que a los gentiles se les mandara guardar la ley de Moisés a fin de poder ser salvos. En esa ocasión lo proclamaron abiertamente; pero la autoridad de los apóstoles prevaleció. Mas sin embargo, sabemos que después de la partida de Pablo (y los demás apóstoles), entraron a las iglesias lobos rapaces que no perdonaron al rebaño (Hechos 20:29).

19 Estos judaizantes, cambiando de táctica a una manera encubierta (Judas 4), han ido ganando terreno durante el transcurso de los siglos, de manera que en la actualidad no solamente en la iglesia católica sino también en las iglesias cristianas, ya están establecidos como prácticas normales algunos mandatos de la ley de Moisés.

20 Por lo tanto, puesto que nos llamamos a nosotros mismos “discípulos de Jesús” y no discípulos de Moisés como lo hicieron los religiosos, nos convendría  aprender a escuchar a Jesús y ya no seguir escuchando a Moisés (Mateo 17:5), pues aunque aquél mensaje se manifestó con gloria y era en base a la ley, la nueva doctrina de Jesús y su nuevo pacto dan por desaparecido a aquél (Hebreos 8:13), siendo necesario para nosotros  en los hechos decidir a cuál de los dos pactos vamos a servir (Hebreos 13:10), en vez de hacer una mezcla de ambos, lo cual es una abominación a Jehová.

21 Por lo que respecta al diezmo que Abraham dio a Melquisedec, este tiene cuatro características:

a)  No se dio a hombre mortal, sino a uno de quien se da testimonio de que vive,

b)  Se dio voluntariamente, no por cumplir un mandato,

c)  No existe maldición por no darlo, y

d)  Se dio, no se pagó (puesto que no intervino un mandamiento) Es decir que se trata de una ofrenda.

22  Quienes lo entreguen cumpliendo estas cuatro características (lo cual es imposible), no estarían haciéndolo por cumplir la ley. 

Sin embargo, los líderes que amenazan a las ovejas con que Dios no les puede bendecir o que se van a ir al infierno si no pagan los diezmos porque Le estarían robando (Malaquías 3:8), están enseñando a cumplir un mandato de la ley. y por lo tanto deberían enseñar a cumplirla toda. Además, deberían también de ya no llamarse cristianos, pues se están desligando de Cristo (Gálatas 5:3-4).

23 Ahora bien, debemos considerar además que, si usted paga el diezmo basándose en que Abraham lo pagó, y eso fue antes de la ley, entonces usted también debería circuncidarse, sobre todo porque del diezmo de Abraham no hubo mandato; pero sí lo hubo para que se circuncidara. 

Pero en este caso, estaría usted pretendiendo justificarse por obras, siendo que en el nuevo pacto la justicia es solo por fe en Jesús, y nada más (Romanos 10:3). Aparte,  tanto que luchó Pablo para que no se impusiera la ley a los gentiles.

24 Si me hiciera usted el favor de leer Tito 1:11 y 1ª. Pedro 5:2 y luego contestarme cuál es la ganancia deshonesta por avidez de la cual muchos líderes balaamitas enseñan lo que no conviene, predican lo que no debiera predicarse en las iglesias.

(Tito 1:11) "...a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene."

(1a. Pedro 5:2) "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;"

25 ¿Todavía tiene usted alguna duda? Existen muchos líderes  que enseñan a las iglesias a fornicar en otras cosas más (Apocalipsis 2:20).  Para conocer a fondo lo que dice el nuevo testamento acerca de otros asuntos no menos importantes, solicite usted el estudio de la carta a los hebreos titulado “Hebreos del siglo 21”.

26 En cuanto al sostenimiento de los ministros de tiempo completo, la palabra no dice que el que es enseñado le pague el diezmo a quien lo enseña, sino que comparta con él toda cosa buena (Gal 6:6) lo cual consiste en comida y alojamiento (Mateo 10:11), no se especifica una cantidad o un porcentaje y, además, la ofrenda es directa del neófito al ministro. 

27 La iglesia por su parte, se sostiene de las ofrendas generosas de los convertidos, que se maravillan y se gozan por los milagros que hace Dios a través de los ministros auténticos. Ambas ofrendas –al ministro y a la iglesia- pueden ser superiores al 10%, motivada por generosidad o agradecimiento (2ª Corintios 9:6). Solo los ministros y las iglesias que no tienen el poder de Dios, se ven en la necesidad de imponer el pago del diezmo.

28 Algunos ministros me han manifestado su inconformidad respecto a que el diezmo está derogado, porque dicen que solo se anuló la ley ceremonial; pero no la ley moral. Su argumento es inconsistente, pues resulta que la obligación de que el pueblo le pague los diezmos a los sacerdotes levitas, está estipulada en la ley ceremonial, no en la moral. La misma diferenciación entre ley ceremonial y ley moral no tiene sustento bíblico, porque el apóstol Pablo habla siempre de la ley que le dio Dios a Moisés como de una sola cosa.

28a Por lo que respecta a Mateo 23:23 cuando Jesús está hablando con los escribas y fariseos en esta ocasión, nótese que dice: “Esto era necesario hacer . . . . .” 

Es decir, cuando la ley estaba vigente, era necesario pagar el diezmo. Jesús mismo nació bajo la ley, y estuvo sujeto a la ley. Nadie antes que él la cumplió toda. En otra ocasión Jesús dijo que la ley no pasaría, hasta que se cumpliera en lo más mínimo. Jesús la cumplió en lo más mínimo, por lo tanto, la ley ya pasó, acerca de lo cual existen muchas citas bíblicas que se tratan en temas por separado.

29 Ya para terminar, voy a compartirle la cita donde textual y claramente dice que el diezmo está derogado. Lea usted Hebreos 7:18 y vamos averiguando de cuál mandamiento anterior está hablando. Si nos devolvemos de esta cita versículo por versículo hacia atrás (17, 16, 15, etc.), no encontraremos referencia a ningún mandamiento sino hasta que lleguemos al versículo 5, el cual precisamente se refiere a que en la ley está ordenado el mandamiento de pagar el diezmo, aclarando también que son los hermanos de raza salidos de Abraham quienes deben pagárselo al sacerdote levita. De esta manera queda demostrado que el mandamiento anterior al que se refiere 7:18 es el del diezmo en 7:5.

(Hebreos 718) "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;" 

(Hebreos 7:5) "Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham." 

30 Permítaseme por último agregar este comentario sobre la misma cita de hebreos 7:18, en donde se menciona que la causa por la cual se abroga el mandamiento, es por debilidad e ineficacia. Ciertamente, para los sacerdotes levitas, por supuesto que no tenía estas características, ya que para ellos era medio de sustento ordenado por Dios. En cambio, en los asuntos del reino en los cuales debieran ocuparse los ministros del nuevo pacto, el diezmo obligatorio es débil e ineficaz, espiritualmente.

31 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto de apacible justicia a los que en ella han sido ejercitados. Miren que no desechen al que les exhorta. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

32 En fin que, si usted quiere seguir cobrando el diezmo, lo hará sabiendo conscientemente que está levantando un ídolo al cual le está quemando incienso, porque esa no es la manera como Dios manda que se edifique su iglesia.

33 De todos los mandamientos y ordenanzas de la ley de Moisés, el que tiene un mayor poder de fascinación obviamente es el relativo al diezmo, por algo será. 

Le sigue el que se refiere a las ceremonias, de tal manera que las reuniones de los miembros del cuerpo de Cristo, en la actualidad se han convertido en una ceremonia, al igual que algunos otros actos ordenados por Jesús, como por ejemplo el bautismo.

(Apocalipsis 2:7) “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”

Dios alumbre su entendimiento y a Él sea toda Gloria!!

Luis Vargas Fontes- Siervo de Jesucristo.