Las Doctrinas de la Gracia- (Por el Pr. Daniel Nicolás Pastore)
TEMA: DOCTRINA DE LA ELECCIÓN ETERNA INCONDICIONAL
Esta doctrina bíblica enseña que Dios en la eternidad y según su soberana voluntad decidió escoger a algunos para salvación y dejar al resto en la dureza de su corazón.
Considero que la mejor manera de comprobar cuán bíblica es esta doctrina, es analizar las objeciones que se presentan a la misma. A continuación analizaremos las tres objeciones más comunes.
RESPUESTA A LAS OBJECIONES QUE SE PRESENTAN A LA DOCTRINA DE LA ELECCIÓN SOBERANA DE DIOS
1.Objeción que dice que no existe tal cosa como que Dios eligió en la eternidad a los que habrían de ser salvados, sino que eligió a aquellos que en su omnisciencia Dios previo que recibirían a Jesucristo.
Durante cierto tiempo este servidor se adhirió a lo que se conoce en teología como vía media, es decir, el creer que Dios eligió y predestinó a aquellos que Dios en su pre conocimiento vio de antemano que obedecerían su llamamiento.
Ahora bien ¿es esto escritural? Bueno dejemos que la Biblia misma nos conteste:
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.
Vemos con toda claridad, que no fue conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo. Es decir, nos llamó no por obedecer sino para obedecer.
La Biblia enseña con toda claridad, que Dios en la eternidad ha determinado según su soberana voluntad y al margen de todo mérito humano, elegir a ciertas personas para salvación y dejar en la dureza de su corazón al resto.
Es decir, no existe tal cosa como que Dios ha predestinado a la perdición. Aquellos que se pierden, no se pierden por haber sido predestinados a perderse, sino que se pierden por su incredulidad, esto está claramente revelado en la escritura, pues escrito esta:
Juan 3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Notemos que claramente aquí El señor afirma que la causa de condenación es por amar más las tinieblas que la luz, y en consecuencia no querer venir a la luz para que las malas obras sean reprendidas. Entonces habiendo establecido la verdad bíblica que la causa de condenación es el amar más las tinieblas que la luz, esta verdad hay que contemplarla a la luz de otra verdad, y esa otra verdad es que toda la raza humana está endurecida de tal manera, que a no ser por la elección y el llamamiento eficaz o gracia irresistible de la que son objeto los elegidos, nadie se salvaría, nadie anhelaría la salvación, porque nadie absolutamente nadie querría venir a la luz, porque todos absolutamente todos aman más las tinieblas que la luz.
El que estas doctrinas sean rechazadas por el hombre, no es algo nuevo, el mismo apóstol Pablo tuvo que enfrentar oposición a esta doctrina de la elección soberana de Dios, y es precisamente por eso que él nos plantea en Romanos capítulo 9, un dialogo imaginario con un supuesto interlocutor que alega que esta doctrina es injusta.
Rom 9:14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Rom 9:15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Rom 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Y esa oposición que tuvo que enfrentar Pablo es la misma que enfrentamos todos aquellos que en obediencia a la palabra de Dios, nos hemos determinado a enseñar, no lo que el hombre según su propia estimación le parece justo, sino lo que Dios nos ha revelado en su palabra.
Isa 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Isa 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
2.Objeción que dice que, EN VERDAD ES EL HOMBRE EN SU LIBRE ALBEDRIO ES EL QUE ELIGE SI ACEPTA O RECHAZA LA SALVACIÓN.
LA RESPUESTA A ESTA 2ª OBJECIÓN LA DIVIDIREMOS EN DOS PARTES.
A) En principio debemos decir que tal posición, enseña que depende del que quiere y la Biblia enseña claramente que no depende del que quiere, ni del que corre:
Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí. Rom 9:14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Rom 9:15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Rom 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Romanos capítulo 9 está hablando de la elección soberana de Dios, que es una porción de las escrituras, que muchos predicadores han determinado ignorar, y esto es así, porque las verdades expresadas en esta porción de las escrituras no se ajusta a su racionalismo humanista, racionalismo que tiene como máxima expresión la llamada iglesia emergente, en donde las reglas las determina el hombre y no Dios.
Quisiera hacer algunas consideraciones, respecto a la doctrina de la elección soberana.
Muchos rechazan esta doctrina tan claramente revelada en las escrituras, porque se figuran el siguiente escenario:
Se imaginan a alguien pidiendo salvación a Dios, y al mismo tiempo no ser aceptado, porque dicha persona no ha sido elegida. ¡Pero eso es una deformación de la verdad!
¿Por qué? porque sencillamente Dios se ha comprometido a no rechazar a un corazón contrito y humillado que le pide salvación. Salmo 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Es decir, la doctrina de la elección soberana de Dios siempre hay que considerarla a la luz de otras verdades no menos ciertas, y una de esas verdades es que quien se humilla ante Dios y le pide salvación la obtendrá inexorablemente.
Ahora bien por otro lado, no es menos cierto que esa actitud de humillarse ante Dios para pedir ser salvado, es efecto y no causa, y esa causa es la elección soberana de Dios en la eternidad.
B) Tal posición pasa por alto o ignora por completo, la doctrina de la total depravación humana, es decir, la doctrina que claramente enseña que el hombre está absolutamente incapacitado para anhelar la salvación. De todo el cuerpo de verdad que compone esta doctrina claramente se desprende, que a menos que Dios nos atraiga eficazmente mediante el llamamiento eficaz o gracia irresistible, ninguno absolutamente ninguno, podría venir a Cristo a pedir salvación.
A continuación volvemos a repetir algunas consideraciones que ya hicimos al estudiar la doctrina de la total depravación humana, que arrojaran luz sobre este tema:
Juan 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
La palabra trajere, en el texto griego original significa arrastrar con fuerza compulsiva, y este término aparece dos veces más en el nuevo testamento, aparece en el libro de los Hechos cuando dice que Pablo y Silas fueron arrastrados a los tribunales, y aparece en Santiago capítulo 2: 6.
Pero analicemos este versículo en profundidad. Jesús está presentando ambas doctrinas, la de la total depravación humana y la del llamamiento eficaz, Él dice ninguno, y en esta declaración está implícita la verdad de que el libre albedrío no existe. Jesucristo lo negó enfáticamente. ¡Ninguno puede venir a mí, si mi Padre no le arrastrare con fuerza compulsiva!
¿Pero por qué Jesús afirma tan enfáticamente que ninguno puede venir Él? A continuación, una serie de pasajes en los cuales se explican la razones.
2Co 4:3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
1Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.
Rom 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.
1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Según la escritura, el hombre sin Cristo, esta cegado por satanás y bajo su autoridad, no puede entender las cosas de Dios ni tampoco quiere sujetarse a Dios
¿De qué libre albedrío me hablan?
3.Objeción que dice que LA DOCTRINA DE LA ELECCIÓN SOBERANA DE DIOS FOMENTA EL DESCUIDO Y LA INMORALIDAD.
Solo se puede afirmar semejante disparate por un desconocimiento total de lo que son las provisiones del nuevo pacto.
Por favor dejemos de lado los torpes razonamientos humanos, dejemos de racionalizar las sencillas verdades de Dios y creamos lo que Dios ha declarado, veamos:
Jer 31:31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. Jer 31:32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Jer 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Jer 31:34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Es decir, a aquellos que Dios según el puro afecto de su voluntad ha elegido y predestinado, también ha previsto darles un corazón nuevo es decir, regenerarlos, darles una nueva naturaleza.
Que glorioso que es este nuevo pacto, las buenas obras y el batallar contra el pecado es algo que ha de brotar espontáneamente en todo aquel que por haber sido elegido ha entrado en este nuevo pacto.
Supongamos el caso de alguien que dice haber sido elegido por Dios, Pero al mismo tiempo vive una vida de total indiferencia y descuido hacia la palabra de Dios, peca impunemente, no experimenta la necesidad de confesar el pecado y apartarse del mal, no experimenta la convicción del Espíritu Santo que lo lleva a una bendita tristeza según Dios para arrepentimiento. Tal persona está bajo un autoengaño y está basado en una falsa seguridad, y nunca ha entrado a este nuevo pacto. Aunque manifieste tener fe, tal fe es la fe de los demonios.
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